lunes, 13 de julio de 2015

CINEWS: EL HECHO REAL Y LO CONTADO SOBRE "LA GRAN ESTAFA AMERICANA"

SOBRE LA PELÍCULA

La gran estafa americana (American Huslte) marca la tercera de una evolución de tres películas del cineasta David O. Russell.

La primera es The Fighter, la segunda es El lado bueno de las cosas y, sobre un lienzo aún mayor que las anteriores, encontramos La gran estafa americana (American Hustle), donde Russell, al igual que en las anteriores, se centra en personajes que intentan cambiar su vida a través de un proceso de reinvención.

“Son películas sobre personas cuyas vidas no han ido de la manera que querían o intentaban,” explica. “Todavía tienen algo muy entrañable, pero también nos parten el corazón. Pasan toda la película, no sólo el tercer acto, reflexionando sobre quiénes son y cómo van a encontrar de nuevo su camino en la vida. Estos personajes tienen su identidad hecha añicos, y están preguntándose no sólo qué van a hacer, sino cómo van a conseguir que la vida les importe de nuevo, cómo van a amar de nuevo. Y es importante para mí el hecho de que son personas apasionadas, que aman o han amado de verdad y de manera muy específica. Esto es importante para mí, este calvario en el que perseveran y salen del proceso más humildes y con su amor intacto o renovado. No es un cliché cuando, como dice Irving, se vive la experiencia de abajo a arriba.”

En el corazón de La gran estafa americana (American Hustle) hay una poderosa historia de amor entre Irving Rosenfeld y Sydney Proser, almas gemelas y socios. “El romance que mantienen les da un poder especial, que cualquiera que haya estado enamorado puede entender,” dice Russell. “Cuando estás enamorado, sientes que te has convertido en algo más que la suma de las partes – te está ocurriendo algo sobrenatural. Para mí, la primera parte de la película trata de comunicar cómo estos dos se enamoran, cuán especiales se hacen sentir el uno al otro, cuánto aman sus vidas – esa especie de encantamiento lo era todo. Nos enamoramos de su pasión por la vida. Y después vienen los problemas. Van a tener que reinventarse para sobrevivir – y cuando hagan eso, ¿qué ocurrirá con su amor?” De hecho, la película trata del romance de muchas maneras.

Russell comenta: “Trata del romance entre Irving y Sydney, y el breve romance entre Richie y Sydney, y el romance que se va apagando en el agonizante matrimonio de Irving y Rosalyn. Es la amistad entre Irving y Carmine, y el matrimonio de Carmine con Dolly. Y, claro, el arte de Irving como engatusador es en muchos sentidos un romance – tiene una gran habilidad para encantar, para hacer que la gente crea, desee y sueñe.” “La idea de estafar impregna todos los aspectos de la película,” añade el productor Charles Roven. “¿A quién están timando Irving y Sydney – al tipo al que le están quitando el dinero, o a ellos mismos, convenciéndose de lo que están haciendo está bien? ¿A quién engañamos cuando estamos con alguien – estamos con ellos porque los admiramos, o porque los necesitamos?” “Gran parte de la película va de las diferentes maneras en que nos engañamos entre nosotros y a nosotros mismos,” añade el productor Richard Suckle. “Cuando estás atrapado en un trabajo que odias, o en una relación problemática, te convences a ti mismo de que está bien, de que todo va a estar bien.

Todos tenemos que intentar sobrevivir, porque eso es todo lo que podemos hacer. Y eso es lo que los personajes están haciendo en la película.” La gran estafa americana (American Hustle) comenzó con el guionista Eric Warren Singer, que se acercó a Roven y Suckle para hacer una película sobre el incidente de Abscam para Atlas Entertainment y escribió un guión que le plantó en la lista negra. “Todos los estafadores son narradores excelentes por derecho propio – que es lo que hace que me sienta atraído por ellos,” dice Singer. “Compartimos el mismo oficio: contar historias, atraer al público igual que harías con una víctima. Saber contar historias es una forma de seducción, al igual que lo es una estafa.”

Cuando Roven y Suckle le llevaron el proyecto a Russell, sugirió una nueva dirección para éste, alejándose del escándalo y tirando más de memorias personales, recuerdos, sentimientos y su propia imaginación para crear una historia de personajes ficticios. “Mi propio padre era un hombre de negocios en los sesenta y setenta, y era muy parecido al padre que tiene el personaje de Christian Bale en la película, es escrupuloso y extremadamente honesto, y vi cómo se aprovechaban de él en los negocios. Los hombres buenos sufren. Eso tuvo un gran impacto en mi casa y, como consecuencia, me identificaba con los dos lados del personaje de Christian Bale: el lado que admira a su padre como hombre honesto, pero también el lado que no va a dejarle correr la misma suerte.” “Eric hizo un trabajo asombroso, escribiendo un proceso intrigante,” comenta Roven. “Inspirado por esta estafa real pero más extraña que la ficción, David tomó lo que Eric había hecho y lo enfocó hacia una historia de ficción que busca una verdad más profunda sobre la reinvención y la supervivencia.” “Todos los personajes de esta película se están dirigiendo hacia un inevitable encuentro con la realidad, y este encuentro es algo con lo que creo que todos se pueden identificar,” dice Singer.

“Para algunos, este momento de lucidez transforma sus vidas de una manera positiva; y otros, salen dañados. Y para mí este encuentro va al corazón del proceso en el que se encuentran Irving, Sydney, Richie, Rosalyn y Carmine. Esta idea estaba en el centro de la historia que quería contar. Nunca puedes superar la verdad – nunca. Siempre, eventualmente, acaba alcanzándote.” Suckle añade que el tono cariñoso y cálido de la película al principio parece antinatural con respecto a los eventos que la inspiraron, pero la genialidad de Russell es haber encontrado la conexión entre la historia real y la historia que quería contar. “Hay cierto cinismo en la historia de Abscam, pero esa no era la película que David hizo,” dice. “Las películas de David tienen un gran corazón. En todas sus películas, los personajes se enfrentan a sus propias vidas y están buscando algo mejor.” Al final del día, Russell siente que su trabajo como director consiste en hacer que el público quiera a los personajes, a pesar de sus pecados. “Al final, espero que el público disfrute pasando tiempo con los personajes,” dice Russell. “Más que nada, quiero que te enamores de ellos. El mejor halago que me pueda hacer alguien es que cuando se vaya del cine diga ‘Realmente quiero a esas personas – no quería dejarles’.”

EL ESCÁNDALO ABSCAM

El escándalo real comenzó como una operación encubierta del FBI. Preocupado por los delitos de guante blanco – y eventualmente por la corrupción política – John Good y Anthony Amoroso del FBI trabajaron con un estafador, Mel Weinberg, para crear una operación encubierta. Weinberg y el FBI crearon una empresa falsa, liderada por un falso jeque árabe, con el propósito de ofrecer sobornos a oficiales a cambio de favores políticos. “No tardamos en convencernos de la capacidad de Mel,” dice Good. “Su dedicación fue completa. Ni siquiera diría que era un informador; fue mucho más que un soplón que simplemente da información. Participaba en la operación encubierta. Era un estafador, pero tenía un buen corazón, y había algo de integridad en él – y se comprometió con una operación legítima y fue capaz de conseguir algo estando del lado de la ley.” Weinberg se convirtió en el testigo estelar en los casos del FBI contra seis miembros de la cámara de representantes y un senador de los Estados Unidos, que fueron condenados por varios cargos. Además, de otros oficiales del gobierno que fueron condenados, entre los que se incluía el alcalde de Camden (Nueva Jersey). “Creía que el alcalde era un tipo muy agradable,” dice Amoroso.

“Quiero decir, su prioridad era ayudarse a sí mismo – pero también estaba intentando ayudar a Camden (Nueva Jersey). Hubo una ocasión en la que estábamos en Atlantic City y un borracho que andaba por el paseo marítimo se le acercó. Este tipo ni siquiera era un ciudadano de su alcaldía, pero se pasó diez minutos hablando con el hombre. Ese era el tipo de hombre que era el alcalde. En este trabajo, hay hombres que no puedes esperar a encerrar y otros que te da pena que se vayan. El alcalde era uno de esos hombres – te daba pena verle marchar, pero ese es mi trabajo.”

Fuente: tripictures.

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