viernes, 31 de enero de 2020

CINEWS: CUTRECON 9 TRAE POR PRIMERA VEZ A ESPAÑA A GREG SESTERO, ACTOR DE LA INFAME 'THE ROOM'

Greg Sestero, actor de The Room (2003), considerada una de los peores películas de todos los tiempos y bautizada como “la Ciudadano Kane de las malas películas”, será uno de los invitados de la novena entrega de CutreCon, Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid.

El intérprete presentará, a partir de las 19:00 horas del viernes 31 de enero en el Palacio de la Prensa de Madrid (Plaza de Callao, 4), los tres largometrajes más importantes de su carrera: Best F(r)iends Volúmenes 1 y 2 y The Room, un fenómeno mundial que sigue generando adeptos allí por donde se proyecta debido a sus elevadas pretensiones y a su desastroso resultado.

Sestero estará presente en la proyección de las tres películas, donde atenderá al público respondiendo a las muchas preguntas que puedan surgir en torno a The Room, y más concretamente hacia su autor, Tommy Wiseau, figura que marcó para siempre la vida de Greg Sestero tanto en lo personal como en lo profesional.

Ambos protagonizan Best F(r)iends Volumen 1 (2017) que abrirá la jornada del viernes de CutreCon 9 en el Palacio de la Prensa a las 19:00 horas. La película, dirigida por Justin MacGregor, está escrita y producida por el propio Greg Sestero y cuenta una historia de amistad entre un vagabundo y un sepulturero. A continuación a las 21:30 horas, se podrá ver, por primera vez en España, Best F(r)iends Volumen 2 (2018), la conclusión de esta extraña road movie llena de variopintos y excéntricos personajes.

Para cerrar “el día de Greg Sestero”, CutreCon 9 proyectará, a las 23:59 horas, también en el Palacio de la Prensa, The Room (2003). Será una sesión muy especial, pues es la primera vez que el público español puede ver esta película junto a uno de los actores de la misma. Un evento en el que los espectadores participarán activamente lanzando objetos a la pantalla o entre el patio de butacas, gritando a la pantalla y, en definitiva, siguiendo el “protocolo” de lo que supone ver The Room en una sala de cine.

Nació el 15 de julio de 1978 en Walnut Creek, Estados Unidos, en la zona de la bahía de San Francisco, donde pasó su infancia y adolescencia. Sestero cuenta que, siendo un niño, una película hizo que quisiera dedicarse al cine: Solo en casa (1990). Su fascinación por el filme de Chris Columbus fue tal que, con 12 años, escribió el guion de una secuela que llegó a enviar al estudio por si este se animaba a producirlo.

Terminados los estudios, tomó clases de interpretación en el American Conservatory Theatre de San Francisco y, como tantos jóvenes, tuvo el sueño de triunfar en Hollywood, por lo que se mudó a Los Ángeles, donde consiguió pequeños papeles en series como Nash Bridges y películas como Patch Adams o Gattaca.

Fue captado por la agencia de representación de Iris Burton (una de las más importantes de Hollywood), pero su carrera no terminó de despegar. Cuando creía que todo estaba perdido, el proyecto personal de su peculiar amigo Tommy Wiseau lo convirtió, sin pretenderlo, en una estrella del cine cutre.

'THE ROOM'

Greg Sestero conoció a Tommy Wiseau en clases de interpretación en San Francisco. Wiseau afirmaba ser de Nueva Orleans (a pesar de tener un marcado acento de Europa del este) y tener 20 años (aunque su aspecto denotaba que sobrepasaba los 40). Ambos hicieron buenas migas (los dos eran fanáticos de James Dean) y compartían el sueño de convertirse en estrellas de cine, por lo que el paso natural era mudarse a Los Ángeles.

Wiseau prestó a su amigo el apartamento que este poseía en la ciudad (de dónde sacaba el dinero era un misterio), por lo que Sestero comenzó a vivir en Hollywood y buscarse la vida. Poco después, animado por los modestos trabajos que Sestero iba consiguiendo, Wiseau hizo lo propio, aunque no tuvo la misma suerte que su amigo, siendo rechazado en todas las audiciones a las que se presentaba.

Con el paso del tiempo, ambos descubrieron que ser estrella de cine no era una aventura sencilla y decidieron tirar la toalla. Pero Tommy Wiseau decidió que, si Hollywood le cerraba la puerta, él iba a romperla. El dinero no era problema, así que decidió hacer su propia película, que escribiría, produciría, dirigiría y protagonizaría. Meses más tarde, el guion de The Room ya estaba listo para ser producido. Y lo mejor de todo es que Wiseau le había reservado un jugoso papel a su colega Greg.

Lo que vino después fue quizá uno de los rodajes más demenciales de la historia del cine. Wiseau, pese a estar rodeado de un equipo de profesionales que intentaban asesorarlo como podían, tiranizaba el set de rodaje, que se tenía que ajustar a su caprichosa y megalómana personalidad: llegaba horas tarde a pesar de ser el director, insultaba a los actores, derrochaba el dinero construyendo escenarios innecesarios, daba por buenas tomas ridículas...

Un caos que, aun así, concluyó meses después con el estreno de The Room en julio de 2003. La cinta era un drama amoroso en el que Johnny (Tommy Wiseau), tiene en apariencia una vida perfecta junto a su esposa Lisa (Juliette Danielle). Pero Johnny desconoce que Lisa lo engaña con su mejor amigo Mark (Greg Sestero), quien, pese a las dudas y el sentimiento de culpa, no puede dejar de ver a Lisa. Un triángulo amoroso que desemboca en un trágico final.

El argumento, propio de un telefilme de sobremesa, no atrajo precisamente al público a la sala de cine en que se proyectaba The Room, que recaudó apenas 1000 dólares (había costado cerca de tres millones) el fin de semana de su estreno. Pero el empeño de Wiseau por que esta se mantuviera en la sala al final consiguió dar sus frutos.

El estrafalario cineasta costeó, durante meses, una cara valla publicitaria con el cartel de la película en pleno centro de Los Ángeles. Un humorista llamado Michael Rousselet, intrigado acerca de esa valla, decidió atreverse a verla y se dirigió al cine, donde al solicitar la entrada el taquillero le animó enérgicamente a que no tirara el dinero en aquella basura.

Rousselet, lejos de desanimarse, entró a ver The Room y quedó fascinado con una sucesión de escenas supuestamente dramáticas que le provocaron ataques de risa. Las interpretaciones eran, por decirlo suave, mediocres, pero lo de Tommy Wiseau era otro nivel: su dicción era extrañamente ridícula, sus expresiones forzadas y, para colmo, no dejaba de salir medio desnudo en escenas de sexo de medio pelo.

El humorista quedó tan fascinado por lo que vio que llevó a sus amigos a ver la película, que salieron tan entusiasmados como él de aquella comedia involuntaria. Estos fueron corriendo la voz y, poco tiempo después, cientos de personas se agolpaban cada día en el cine para vivir la experiencia The Room.

El boca a oreja la fue convirtiendo en un fenómeno en la ciudad de Los Ángeles, lo que animó a Tommy Wiseau a editar la cinta en DVD, e Internet hizo el resto para difundirla a nivel mundial. Lo que sucedió en años venideros fue lo que se conoce como “el fenómeno The Room”: sesiones en ciudades de todo el mundo donde la gente no solo se ríe a carcajadas con la película, sino que siguen ciertos patrones a lo largo de la proyección como lanzar cucharas a la pantalla cuando estas aparecen en los marcos de fotografía del escenario principal, pasarse globos entre las butacas o gritar a la pantalla.

'THE DISASTER ARTIST'

Greg Sestero, quien de repente se vio sorprendido por la repercusión que estaba teniendo The Room, decidió contar cómo fue el rodaje del filme desde dentro y su relación de amistad con Tommy Wiseau, en un libro, coescrito junto al periodista Tom Bissell, titulado The Disaster Artist. El libro obtuvo excelentes críticas y cayó en manos del actor y director de cine James Franco (127 horas, Spider-Man) que ya era un acérrimo fan de The Room. Franco decidió convertirlo en una película que él mismo se encargó de dirigir y en la que además interpreta a Tommy Wiseau, dejando que su hermano, Dave Franco (Infiltrados en clase, Malditos vecinos) se quedara con el papel del propio Greg Sestero.

The Disaster Artist se presentó en importantes festivales de cine como Toronto y San Sebastián, donde ganó la Concha de Oro a mejor película. La cinta, además, obtuvo el Globo de Oro a la mejor interpretación masculina en comedia o musical para James Franco y fue nominada al Oscar a mejor guion adaptado.

Fuente: Cutrecon.

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