El rey tuerto comienza con una cena de reencuentro de dos amigas que no se veían desde el colegio.
Lidia ( Betsy Túrnez ) está en paro, ocupada en una fiesta de cursillos (fotografía, danza del vientre, nuevacocina) y vive en un barrio extremo con David ( Alain Hernández), un portero de discoteca reconvertido en policía antidisturbios (o, como dice él, "especialista en gestión de masas").
Lidia admira profundamente a Sandra ( Ruth Llopis ), una hipster a caballo entre el onirismo y la rebeldía, porque se fue del barrio y parece haberse "realizado". Su compañero, Nacho ( Miki Esparbé ) es un "documentalista social" que vive del dinero paterno y está sufriendo una seria depresión.
Un pequeño detalle enturbia el reencuentro: David resulta ser quien dejó tuerto a Nacho en una manifestación con una bala de goma.
Cuando este hecho sale a la luz en la cena, Nacho y Sandra, muy afectados, deciden abandonar la casa de sus "amigos”, pero los cuatro han quedado ya profunda e irreversiblemente marcados por la revelación. Lidia, que hasta el momento no quería ser consciente de la violencia que ejercía su marido en el trabajo, empieza a tener dudas sobre la relación con David y decide abandonarlo, reprochándole que no sea capaz de ver el daño que causa a los demás.
David intenta desesperadamente evitar que le deje, pero al ver que por sus propios medios le es imposible, decide llamar a la única persona que cree que le puede ayudar a "cambiar" y así recuperar a Lidia. Nacho, al principio muy sorprendido por la petición, termina aceptando, convencido de que si le inculca ideas sociales, David nunca volverá a hacer a nadie lo que le hizo a él.
Efectivamente, David acaba creyendo en los valores que le transmite Nacho, pero está tan convencido de que hay que hacer algo para cambiar las injusticias sociales que secuestra a un político, creyendo que de esta manera, además , conseguirá demostrar a Lidia que se ha convertido en otra persona.
Fuente: Betta pictures, Alfa Pictures.
Lidia admira profundamente a Sandra ( Ruth Llopis ), una hipster a caballo entre el onirismo y la rebeldía, porque se fue del barrio y parece haberse "realizado". Su compañero, Nacho ( Miki Esparbé ) es un "documentalista social" que vive del dinero paterno y está sufriendo una seria depresión.
Un pequeño detalle enturbia el reencuentro: David resulta ser quien dejó tuerto a Nacho en una manifestación con una bala de goma.
Cuando este hecho sale a la luz en la cena, Nacho y Sandra, muy afectados, deciden abandonar la casa de sus "amigos”, pero los cuatro han quedado ya profunda e irreversiblemente marcados por la revelación. Lidia, que hasta el momento no quería ser consciente de la violencia que ejercía su marido en el trabajo, empieza a tener dudas sobre la relación con David y decide abandonarlo, reprochándole que no sea capaz de ver el daño que causa a los demás.
David intenta desesperadamente evitar que le deje, pero al ver que por sus propios medios le es imposible, decide llamar a la única persona que cree que le puede ayudar a "cambiar" y así recuperar a Lidia. Nacho, al principio muy sorprendido por la petición, termina aceptando, convencido de que si le inculca ideas sociales, David nunca volverá a hacer a nadie lo que le hizo a él.
Efectivamente, David acaba creyendo en los valores que le transmite Nacho, pero está tan convencido de que hay que hacer algo para cambiar las injusticias sociales que secuestra a un político, creyendo que de esta manera, además , conseguirá demostrar a Lidia que se ha convertido en otra persona.
Fuente: Betta pictures, Alfa Pictures.
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