Cornelia tiene 60 años y se siente infeliz desde que su hijo Barbu, 34 años, ha decidido ser independiente a toda costa. Se ha mudado a un apartamento, tiene coche propio, una novia que no le merece, según Cornelia, y peor que todo lo anterior, evita a su cariñosa madre siempre que es posible.
Cuando esta se entera de que su adorado Barbu está involucrado en un trágico accidente, usará todas sus habilidades, contactos y dinero para impedir que su hijo vaya a la cárcel.
A cambio, está convencida de que volverá al redil y será el niño dependiente de antes. No parece una tarea imposible, dada lo conmoción por la que Barbu aparenta pasar. Pero ¿dónde está la delgada frontera que separa el amor materno de la manipulación egocéntrica? ¿Podrá Cornelia cortar el cordón umbilical y liberarle?
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