Tic, tac, tic, tac...
Esta película funciona como un reloj: un guión con un buen ritmo. La regla de oro del entretenimiento del fallecido Syd Field (maestro de guionistas) consistia en que en menos de diez minutos se enganche al espectador. La segunda regla de oro es que el protagonista siempre quiere algo (robar un banco, escalar el Everest) y la ultima regla de oro es ponerle obstáculos en su camino.
En "Séptimo" desaparecen los hijos del protagonista en menos de 10 minutos, (el protagonista quiere algo, recuperarlos) y los obstáculos que se le presentan en el camino son un puñado de sospechosos y un final que hace que encaje todas las piezas.
Esta película funciona como un reloj: un guión con un buen ritmo. La regla de oro del entretenimiento del fallecido Syd Field (maestro de guionistas) consistia en que en menos de diez minutos se enganche al espectador. La segunda regla de oro es que el protagonista siempre quiere algo (robar un banco, escalar el Everest) y la ultima regla de oro es ponerle obstáculos en su camino.
En "Séptimo" desaparecen los hijos del protagonista en menos de 10 minutos, (el protagonista quiere algo, recuperarlos) y los obstáculos que se le presentan en el camino son un puñado de sospechosos y un final que hace que encaje todas las piezas.
El mérito de que funcione esta formula se debe en parte a ese animal interpretativo que es Ricardo Darin que hace que te identifiques en una situación que podría sucederle a cualquiera. Darin interpreta al abogado protagonista cuya degradación física va acorde con su arco dramático.
LO MEJOR:
-Ricardo Darin.
-El ritmo de la película, nada que envidiar a Hollywood.
-La puesta en escena y la banda sonora.
-El ritmo de la película, nada que envidiar a Hollywood.
-La puesta en escena y la banda sonora.
LO PEOR:
-Quizás hay un momento flojo hacia el final que con mas música, montaje (y mas obstáculos de guión) hubiera quedado más emocionante.
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