Cientos de miles de gatos vagan libremente por la frenética ciudad de Estambul.
Durante millones de años han deambulado formando parte de las vidas de la gente, pasando a convertirse en una parte esencial de las comunidades que conforman la ciudad.
Sin dueño, estos animales viven entre dos mundos, ni salvajes ni domésticos - y llenan de alegría a los que deciden adoptar.
En Estambul, los gatos funcionan como reflejo de las gentes, permitiéndoles reflexionar sobre sus vidas de una forma única.
Fuente: Avalon
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