Nuria lo tiene todo para ser feliz: un buen trabajo, una casa maravillosa y un novio aún más bueno y aún más maravilloso que le acaba de pedir matrimonio.
Lo tiene todo, excepto un pequeño detalle: los papeles del divorcio de su anterior pareja, Jorge.
Jorge, en cambio, no tiene nada para ser feliz: está en paro, su casa se cae a pedazos y no tiene novia.
Nuria ha conseguido pasar página, pero Jorge sigue traumatizado porque en los años más duros de la crisis, consiguió que los padres de Nuria se arruinaran al convencerles, por este orden, de que compraran un piso en Seseña, invirtieran en sellos de Forum Filatélico, adquirieran un local en el futuro aeropuerto de Castellón y, finalmente, se gastaran lo poco que les quedaba en acciones preferentes del banco en el que trabajaba.
Como no quiere terminar de hundir a Jorge, Nuria elabora un plan un poco peculiar: en los próximos días va a animarle todo lo que pueda haciéndole creer que ella tampoco ha pasado página y que sus padres están mejor que nunca para que, en cuanto le vea más fuerte, pedirle el divorcio.
Fuente: Warner España.
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